Acompañantes de Boda...

Desde hace tiempo tenía ganas de profundizar en el tema de los acompañanes de boda, ya lo tenía en el tintero y en mi cabeza, pero creo que ahora es un buen tiempo para hablar de ese tema...

La razón por la que me parece un buen tema para tocar el día de hoy es que recientemente el morrito (al cual le he dedicado 'n' referencias twitteras...) me ha invitado a una boda casi sin preguntarme... pero me ha invitado y ya estoy preparadísima para ir con él... tengo una gran emoción de acompañarlo... un vestido color cereza está listo para la ocasión...

Una boda es un evento muy importante, naturalmente para los que se casan... es obvio... pero también para los que somos testigos de ese momento tan especial en su vida... aunque hoy no me refiero a eso... me refiero a la boda como evento... como espacio de encuentro... como momento...

El ser un acompañante de boda tiene sus implicaciones y sus riesgos... hay muchas cosas que un@ debe preguntarse cuando le invitan y no conoce a nadie y va acompañando a alguien que un@ cree que tiene interés en una... me explico?... me parece que entre las cosas importantes es que sabes que te van a ver, que todo el mundo te está viendo... ver es poco, sabes que estarán hablando de tí... ¿Quién es la malvada que les está robando a su morrito tan dulce y tierno?

Hoy quiero definir mis principales 'reglas de etiqueta' para l@s acompañantes de boda... no solo para el invitado, sino también para el invitante...

Una boda es un evento para divertirse y bailar, es la premisa para quien sea mi acompañante, solo pensar en la música me hace empezar a mover el piecito... y puedo pasar la boda entera sin sentarme, solo bailando... un acompañante que se dedique más a los mezcales o a los whiskys que a bailar tiene un tache!!. No se trata de ser un experto en el baile, se trata de ser un experto en la convivencia... en divertirte, en dejarte llevar...

En el evento hay un cierto aire de romanticismo en el momento (literalmente 'love is in the air') y entonces una de las reglas de etiqueta de esta portuguesa es vivir ese romaticismo en el evento, tomar de la mano, divertirse, poder construir el estar cerca... crear el momentum... vivirlo...

Una boda es un evento, es un espacio, es un lugar... muero por vivir ese espacio contigo...

Este blog que siempre suelta algunas preguntas como sin querer, te pide tu apoyo para ayudar a mi muy silvestre morrito, a reconocer aquellas reglas de etiqueta básicas de un acompañante de boda... anda, anda... se que he abandonado a mi blog, pero estoy estudiando!... ¿Me ayudas?

Un beso y ya estamos cerrando la semana... casi es de bajadita... siempre citando a mis clásicos...

Abril, que sin duda, sería feliz con ir a una boda cada semana... pero no a la suya... todavía...